Educar en familia fue el camino de la intuición

Afortunadamente hoy en día gracias al uso de internet más familias toman la decisión de formar parte activa en la educación de sus hijos, muchos se topan con los grupos de educación en casa, películas, artículos, libros y grupos de apoyo al respecto. Gracias a todo ello un porcentaje numeroso se decide por llevar la educación en casa, que es una forma de decir que los niños no van al sistema educativo convencional, sino que siguen uno adecuado a sus necesidades personales y distintivas, el cual se puede dar de muchas maneras: desde llevar un currículo en casa como en la escuela, no hacer nada de escuela sino un aprendizaje totalmente libre o el punto intermedio entre ambos, y muchos, cientos de variantes, ya que cada familia es un mundo.

 

Pero el camino que yo hice fue diferente, yo tomé la decisión de que mi hija no ingresara la educación convencional porque mi esposo así lo pidió, siendo el profesor a nivel universitario, pero sobre todo un padre muy comprometido con la crianza de nuestra hija sintió que la escuela no era para ella, no pretendo en este artículo criticar al sistema educativo, creo que todos los que me están leyendo ahora lo saben, pero quiero aclarar que no estoy en contra del sistema, pienso que necesita cambios, pero no ha de desaparecer, estoy firmemente convencida que cada familia debe y es libre de elegir la educación de sus hijos.

 

Cuando esa decisión se tomó nuestra hija tenía 4 años, no había ido aún a ningún jardín, de hecho, nunca ha ido a la escuela, pero ya estaba empezando el aprendizaje de la lecto-escritura por iniciativa de ella misma, así que yo me animé a guiarla. A mí me asaltaron las dudas y pensaba: Bien, está muy pequeña, más adelante tal vez si decidamos llevarla a la escuela, ni mi esposo ni yo sabíamos del Homeschool ni se nos pasaba por la cabeza que había ya mucha gente haciéndolo, siempre nos guiamos por el camino de la intuición. Hacemos lo que sentimos que es mejor para nuestra hija, de un profundo sentimiento de claridad interior, no porque nadie nos dijo que era lo mejor, así que fue enteramente una decisión personal.

 

Pasados los años y no sé cómo empecé a encontrar información al respecto y lo que verdaderamente me convenció 100% fueron los grupos de apoyo, conocer otras familias en el proceso me hizo ver ya no desde mi experiencia sino desde la perspectiva de afuera, allí pude comprender que escuchamos bien la vocecita interior.

 

 

Nuestro proceso ha sido maravilloso y muy cambiante, siempre estamos probando cosas nuevas y el aprendizaje como familia ha sido fantástico. Los ingredientes principales para que nuestro proceso haya sido y esté siendo satisfactorio es adaptarse, pero también cultivar nuestro propio ser y escucharnos, los seres humanos no podemos hacer las cosas influenciados por la sociedad, por nuestra familia, por el qué dirán, debemos hacer la cosas por nuestra plena convicción, ese camino no es sencillo pero te brinda con el paso del tiempo una vida equilibrada, además no podemos ir por el mundo quejándonos de lo mal que está, debemos actuar y mejorar nuestra persona, ya así estaremos cambiando nuestro entorno, por eso, no critico la escuela, pero si educo a mi hija en la forma que yo creo es mejor para ella, ese es mi granito de arena. Y mi deseo para ella es que sea una persona feliz y ese es el fin de la educación en familia, el pleno desarrollo de su personalidad.

 

 

Mi mensaje para ti es: Cada persona es única, cada situación es diferente, por tanto, nadie puede saber mejor que tú qué camino tomar, por eso sigue tu voz interior.